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Es Adeom y Maduro

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Javier García
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Los últimos días del año pasado y los primeros de éste mostraron los límites dentro de los cuales se mueve el oficialismo: en política interna es Adeom, y en materia internacional es Maduro.

Sus principales candidatos, Cosse y Martínez, en sus actos y dichos, dibujaron el programa de gobierno del FA, el que aspiran a imponer al resto del país. Nos mostraron lo que creen y sus modelos políticos, pero además la forma de enfrentar los principales problemas de los cuales son responsables hoy, o mejor dicho la incapacidad para resolverlos, como la limpieza y la recolección de residuos en Montevideo por Martínez y en el caso de Cosse su concepto de democracia y su opinión sobre el régimen venezolano.

Consultada a final de año, la candidata Cosse dijo que ni Venezuela ni Cuba son dictaduras, que son formas "diferentes" de participación, de autodeterminación. El régimen criminal y corrupto de Maduro es, al entender de la aspirante, una forma "diferente" de libertad.

Una libertad donde no se puede discrepar, no se puede votar... con libertad, donde se cierran medios y se encarcelan periodistas. Una libertad donde se pone presos a líderes opositores, donde paramilitares matan a estudiantes. Una libertad donde altos dirigentes del gobierno y de las fuerzas armadas son acusados de narcotraficantes. Una libertad donde se desconoce el parlamento libre y se crea un foro de títeres, donde los jueces y fiscales se exilian, donde la gente tiene libertad a hacer cola durante horas para comprar un poco de papel higiénico, donde los chavistas y maduristas robaron, esos sí libremente, millones de dólares a su pueblo.

Eso defiende Cosse. Ese modelo "diferente" de democracia defiende quien aspira a ser presidente de Uruguay. La política internacional del Uruguay de Cosse es la de ser aliada a los criminales y corruptos del continente. Parafraseando, el país de Carolina, no parece ser es el país de las maravillas.

El otro aspirante, el intendente Martínez, debutó el año con el enésimo conflicto con Adeom. Ante quien se sometió, una vez más. Quiere gobernar Uruguay, pero no puede mantener limpia la ciudad después de cinco años de gobernar la capital él y casi treinta su partido. Una vez más Montevideo fue durante días un enorme basural, putrefacto, a cielo abierto, con ratas, olores, bacterias y basura adornando calles y barrios.

El aspirante a presidente fue un espectador de como un sindicato irracional ejerció la autoridad por encima de las necesidades de los vecinos, decidiendo una vez más transformar a Montevideo en una cloaca de mugre atentando contra la salud de la población y del medio ambiente. Una cosa es diálogo y otra es ceder el ejercicio legítimo de la autoridad.

Daniel Martínez no puede levantar la basura de Montevideo y pretende gestionar el país. Imposible. Pero lo peor es que no puede o no quiere ejercer la autoridad legítima y la representación del ciudadano y cede ante Adeom, con miedo institucional. Gobierna Adeom, no Martínez.

Estos son los modelos y la oferta del FA: la rendición institucional de Martínez ante las corporaciones y el gobierno ilegítimo del sindicato, y por otro el concepto de democracia "diferente" de Cosse aliada a lo peor del continente.

Decir Cosse y Martínez, con respeto, pero es decir Maduro y Adeom.

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