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Del exante al expost de las pandemias

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ISABELLE CHAQUIRIAND
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El término exante es utilizado en economía para referirse a una situación, análisis o perspectiva "antes del suceso". Su opuesto es expost, que refiere a la visión una vez acontecido ese suceso.

Uno de los grandes desafíos de escribir una columna como ésta, es que hay que enviarla 24hs antes de que sea publicada. Todo lo que pueda ocurrir en el medio puede dejar el contenido de este espacio obsoleto o incompleto. Pero tiene la ventaja de que podemos ver la situación exante, descontaminada de lo que efectivamente sucedió, y después leer juntos lo que pasó expost.

Posiblemente para cuando usted lea esta columna, uno de los temas más importantes del día sea cómo nos comportamos los uruguayos en la famosa Noche de la Nostalgia. Es la fecha del año donde más personas salen, al punto que desde 2004 esta noche tiene su nombre de manera oficial por ley y el Ministerio de Turismo la promociona como atractivo turístico. Su origen es de 1978 de la mano de Pablo Lecueder, para recordar y bailar los “old hits”. Pero rápidamente el mercado y la oferta crecieron, al punto de convertirse en una instancia de consumo sin igual en el año no sólo a nivel de fiestas y eventos, sino también en la hotelería, gastronomía, ropa de noche, peluquería, lencería y hoteles de alta rotatividad. Toda una economía se mueve por la Noche de la Nostalgia.

En la vecina orilla trataron de replicar este movimiento en más de un intento, pero no tuvo el mismo efecto. Parecería que generar las condiciones para celebrar la nostalgia es un fenómeno bien uruguayo.
Pero, seamos sinceros, no vamos a dejar de ser uruguayos por no salir una noche. Si bien hay una enorme cantidad de uruguayos que mueven su economía gracias a la Noche de la Nostalgia, del lado de la demanda resulta difícil entender por qué, en este momento, alguien no pueda contener sus deseos irrefrenables de ir a una fiesta sabiendo que "está hiper demostrado que los grandes focos de transmisión (de la pandemia) se crearon en lugares cerrados con gente cantando o hablando en voz alta, aglomerados", según Henry Cohen, integrante del GACH. El presidente, el Ministro y el subsecretario de Salud Pública, científicos y médicos hicieron un recorrido mediático estos últimos días para concientizar a la población de “la prueba de fuego” que significa esta noche para el control de la pandemia. Esto que parece tan racional y que apela a la responsabilidad de todos, no es tan evidente. Si hoy los titulares son que se cerraron varias fiestas clandestinas o si en 15 días vemos un brote significativo, seamos honestos, tampoco nos sorprendería. Nos enojaría, pero no sería sorpresa. Porque también es cierto que hace unos días vimos enormes manifestaciones en 18 de julio y frente a Presidencia, sin tapabocas ni distanciamiento social. Vimos otras fiestas clandestinas. Vimos que se han roto los protocolos una y otra vez en diferentes ámbitos.

¿Soberbia? ¿Negación? ¿Negligencia? ¿Ignorancia? O en palabras de Freud, ¿pulsión de muerte? ¿Por qué por más que exante sepamos el efecto que puede tener nuestro comportamiento y sabiendo lo que posiblemente pueda pasar expost, lo hacemos igual?.

Más allá de lo que haya pasado anoche, cada día que va pasando y nos vamos “aflojando”, los uruguayos nos estamos enfrentando a pruebas de fuego permanente. Ojalá que los titulares de hoy sean reflejo de la madurez de nuestro comportamiento como sociedad. Hoy, mañana y hasta que aparezca la vacuna. La vacuna para ésta y otras pandemias.

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