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Menos protección

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ignacio munyo
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Primero abrirse y después hacer las reformas para poder competir. Ese es el camino que funciona.

La evidencia muestra que el camino inverso -siempre presente en la retórica de nuestra región-, el de esperar a estar preparado para después reducir aranceles no funciona. La razón es simple: nunca llega el momento.

El 20 de julio, los países del Mercosur acordaron una reducción del 10% en el Arancel Externo Común (AEC, la tasa que se aplica a las importaciones de terceros países), una de las decisiones más relevantes del bloque en años; aunque sea en lo simbólico, porque la reducción es pequeña (una tasa del 4% baja a 3,6%). Además, a impulso de Argentina, habrá tratamientos especiales a los sectores automotor, tejidos, confecciones, calzados, juguetes, lácteos y otros.

La mitad del vaso lleno es que el Mercosur logró avanzar en conjunto en algo relevante en la dirección correcta. La mitad del vaso vacío es que el AEC promedio del Mercosur sigue siendo el doble del promedio mundial.

Brasil ya lo había hecho de forma unilateral en mayo. Desde que asumió Bolsonaro, con Paulo Guedes como ministro de Hacienda, Brasil tiene como prioridad la rebaja del AEC y se enfrenta con Argentina que quiere mantener la protección comercial. Están convencidos de que bajar las tarifas a las importaciones tiene un impacto positivo sobre la economía: no solo porque abarata los productos de consumo, sino que aumenta la competitividad del sector exportador.

Quisieron las casualidades de la vida que justo cuando se hizo el anuncio del Mercosur estaba en Australia (invitado por el gobierno australiano a conocer de primera mano su cultura y modelo de desarrollo), a pocas horas de ser recibido por John Howard en su despacho.

John Howard fue el actor principal en todo el proceso de reformas que le permitieron al país alcanzar los más elevados niveles de desarrollo humano; primero como líder de la oposición al gobierno del Partido Laborista apoyando la apertura comercial iniciada en los 80s y luego profundizándola como primer ministro del Partido Liberal entre 1996 y 2007.

“La reducción del arancel externo común del Mercosur es una buena noticia para Uruguay. La baja unilateral de aranceles a las importaciones fue lo más importante en el proceso de Australia. La primera de todas las reformas fue la apertura comercial unilateral y gradual, que impulsó los cambios regulatorios necesarios en el mercado laboral, en la eficiencia de las empresas públicas y en la capacitación de los trabajadores para poder competir”, me dijo Howard, sentado en un bergere de cuero capitoneado, escoltado por una gran biblioteca y con la bandera de Australia en un rincón.

Lo mismo: “la clave del despegue de Australia fue la reducción unilateral de tarifas”, lo había escuchado días atrás en Melbourne, tomando un café con Martin Ferguson, quien fuera titular de la principal central sindical en los 80s y luego ocupara varios ministerios en representación del Partido Laborista.

Estoy de acuerdo con las palabras del ex primer ministro Howard: “reducir la protección comercial es vital para poder salir de la trampa de ingreso medio en la que está Uruguay. Y si no se hace nada al respecto, lo más probable es que se retroceda en lo logrado”. La baja del AEC es un logro del Mercosur, una buena señal en dirección correcta.

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