El nuevo ministerio de Ambiente tiene mucha tarea por delante. En materia de la conservación y el uso racional de los ecosistemas naturales más valiosos del país, cuenta con el Sistema Na- cional de Áreas Protegidas (SNAP), aunque es evidente que aún restan muchas áreas a ser incluidas.

Hoy nos ocuparemos de una emblemática, por ser la primer área protegida ges-tionada del país. Nos referimos a El Potrerillo de Santa Teresa, enclavado en la orilla norte de la laguna Negra (Rocha).

En 1990 se creó el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y al año siguiente esta área pasó a su jurisdicción.

Son 715 hectáreas que reúnen una combinación muy interesante de ecosistemas y de sitios de alto valor arqueológicos. El 64% corresponde a bañados, 30% a pradera, 5% a monte indígena y 1% a costa arenosa lacustre. Incluye dos cerritos de indios que testimonian la presencia de pueblos originarios hace 2.400 años; muy anteriores a los charrúas.

Desde la década de 1990 El Potrerillo es gestionado como área protegida por Probides (Programa de Conservación de la Biodiversidad y Desarrollo Sustentable de los Humedales del Este).

Se cercó todo el predio, se eliminó el ganado para favorecer la recuperación de la vegetación natural original, se incorporó un guardaparques, se construyeron un centro de visitantes e interpretación, un muelle, una barcaza especial para transportar pasajeros desde la ruta 9 (Santa Teresa), y una casa para el personal. Desde entonces los especialistas realizan estudios de relevamiento de fauna y flora, de restos arqueológicos, así como de interacción entre ecosistemas.

El área ha resultado de gran valor educativo para estudiantes y turistas, quienes aprovechan la oferta de visitas guiadas por senderos especialmente construidos para la observación, minimizando los impactos negativos.

Una de las singularidades del área es la presencia de un palmar ralo de butiá, por ser el único palmar de propiedad pública del país; al que habría que prestarle una atención muy especial en términos de su conservación.

Recordamos que en junio de 1996 se puso en práctica un programa de reintroducción del venado de campo (Ozotoceros bezoarticus) -la única especie nativa declarada “Monumento Natural” de nuestro país. Se liberaron solo 11 ejemplares provenientes de la Reserva de Pan de Azúcar y del zoológico de Durazno. Luego de varios años de trabajo el proyecto finalmente fracasó por problemas sanitarios. Pero dejó un aprendizaje que deberá aprovecharse.

En febrero de 2000 fue creado el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de nuestro país. Al día de hoy lo integran 17 áreas, cubriendo una superficie terrestre y marina de 334.125 hectáreas. Todas ellas habitadas por personas que realizan diferentes actividades de forma cuidadosa.

No alcanzamos a comprender por qué El Potrerillo no lo integra. Reúne con crecer los requisitos básicos para su aprobación a tal punto que es área protegida del Estado uruguayo desde antes que existiera el SNAP. En el pasado se propuso su ingreso sin éxito.

Confiamos en que el flamante Ministerio de Ambiente a la brevedad corregirá esta situación.