Lo que está haciendo el Gobierno con el Tratado por el cual se crea la Unasur es un ejemplo de improvisación. Primero se elevó al Parlamento para que lo ratificara, -lo que estuvo bien-; cuando se encontraba en la Comisión de Diputados, donde ya se había acordado un informe favorable, fue abruptamente retirado mientras un vocero señalaba que no existía apuro en su ratificación estándose a la espera de que "países grandes" como Brasil y Chile lo aprobaran; después, desde la Cancillería se anunció la puesta en marcha de contactos con la oposición por considerar el tema "una posición de Estado" y ahora se informa que Diputados apura su aprobación, luego de recibida una "señal de interés" del presidente Mujica. Se trata de una muestra más del caos en que se mueve el gobierno en estos temas.