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El periodismo del XXI

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hernán sorhuet gelós
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Hace 37 años que realizamos periodismo ambiental -de manera ininterrumpida- en estas páginas. Pero esta situación es la excepción, no la regla, porque nuestra especialización sigue siendo algo así como “la cenicienta” en la mayoría de los medios de comunicación.

Desde luego las cosas han ido evolucionando. Una vez que la economía y los gobiernos colocaron los temas ambientales sobre la mesa de discusión y de negociación, el periodismo se va aggiornando. Ya no se cuestionan asuntos críticos para el futuro cercano de los pueblos como: el desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y de los recursos naturales, o la mitigación y la adaptación al cambio climático.

Pero ese retraso que se registra en el ejercicio del periodismo ambiental complica las cosas, porque son los medios la herramienta principal, el canal más eficaz para la difusión informativa y la formación de opinión de la gente, sobre asuntos generales y cotidianos del entorno que resultan importantes, como lo es el cambio climático.

¿Dónde, sino a través de la prensa, la radio y la televisión, las personas se enteran de lo qué está sucediendo, porqué ocurre, qué podemos esperar, y cómo ser parte de las soluciones?

Estamos cambiando la comprensión de la realidad, profundizando su análisis y comprendiendo mejor la estructura y el funcionamiento de lo que nos rodea. Vamos ampliado el ángulo de nuestras visiones, gracias al conocimiento científico-técnico, y también a fuerza de muchos golpes y tropezones sufridos durante los últimos tiempos.

Recordemos que lo que la comunidad identificaba como periodismo ambiental estaba restringido a campos específicos -por su obviedad- como las catástrofes naturales, los derrames petroleros, la deforestación de las selvas tropicales, el deterioro de la capa de ozono, la extinción de especies y lo que ocurría en áreas protegidas. Se creía que el resto quedaba fuera de lo que era “ambiental”; sin ninguna explicación lógica.

El periodismo ambiental es el enfoque más novedoso de la comunicación social, porque intenta explicar e informar lo que sucede, pero considerando todas las variables que se consideren relevantes (sociales, económicas, políticas, culturales, ecológicas, educativas, científica y tecnológicas).

Días atrás veinte de los medios de comunicación más importantes de España ratificaron su compromiso de incorporar a sus procedimientos periodísticos habituales, un decálogo de recomendaciones claves a tener en cuenta a la hora de informar sobre el cambio climático.

Incluye recomendaciones básicas como promover la frecuencia de información rigurosa y de calidad sobre el cambio climático; que las informaciones relativas a este fenómeno las conecten con las realidades cercanas, para demostrar que este problema no es futuro sino presente; informar sobre iniciativas emprendidas por la ciudadanía como demostración que se puede ser parte de las soluciones; realizar un periodismo crítico e independiente en esta materia; difundir el conocimiento científico sobre cambio climático, popularizando la terminología específica necesaria para su mejor comprensión; y desde luego, contar con redacciones especializada en la materia.

Es una demostración de madurez a ser imitada.

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