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Cuesta abajo

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La sucesión de asaltos ocurrida en Punta del Este no hace más que confirmar que, lejos de mermar, los robos aumentan en audacia e importancia. Turistas argentinas fueron asaltadas cuando jugaban al golf. Ya no se trata de una entrada subrepticia a una vivienda, sino de un atraco a plena luz del día y en un lugar que debería ofrecer todas las garantías. La captura de los autores en el barrio Kennedy reaviva la controversia. Se sabe que esa barriada cobija a buena parte de los delincuentes que asuelan Maldonado.

La estrategia preventiva montada por la Jefatura no funciona. El colmo ha sido asignarle una vigilancia permanente a la casa de un jerarca riograndense que fuera robado, hasta el final de su estadía. Por esta vía llegaremos al absurdo de un policía cuidando cada domicilio .

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