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El infiel y el profesor

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Hernán Bonilla
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Es el título del último libro de Dennis Rasmussen, editado recientemente en español, dedicado a la amistad entre dos de los pensadores más relevantes de la historia; Adam Smith y David Hume.

Son pocos los libros dedicados a la amistad entre intelectuales, como señala el autor, ya que las peleas suelen ser más redituables, aún en ámbitos académicos. A modo de ejemplo, la pelea entre el propio David Hume y Jean-Jacques Rousseau ha motivado ríos de tinta, por lo que el libro de Rasmussen es bastante original.

La obra admite ser leída desde distintas perspectivas: es una excelente introducción a las ideas de Smith y Hume, con sus coincidencias y discrepancias; al descubrimiento de la libertad y del orden espontáneo que se da en la Ilustración escocesa; al clima de ideas en el siglo XVIII en Gran Bretaña; y, desde una perspectiva más personal, a una amistad entrañable entre dos figuras descollantes.

Rasmussen ha logrado un libro extraordinariamente bien escrito, ordenado, erudito y ameno, una combinación poco frecuente que da una dimensión de su capacidad. Las distintas personalidades de los protagonistas (de allí el nombre del libro), así como sus diferencias de ideas quedan plasmadas con claridad, lejos de las caricaturas en las que muchas veces se ha caído al abordar el liberalismo.

Smith y Hume se muestran como lo que son: dos pensadores profundos, de hondo contenido filosófico. Si bien suele reconocerse a Smith como el padre de la economía (y también del liberalismo económico) y a Hume como uno de los principales filósofos de la historia, Rasmussen muestra a ambos en toda su dimensión. A Smith como el profesor de filosofía moral preocupado por explicar la naturaleza humana y el orden social, para el que la economía era solo un área del conocimiento más. Por el otro lado, Hume hizo aportes destacadísimos a la economía y a la historia que, especialmente los primeros, fueron siendo olvidados con el paso del tiempo.

Resulta bien interesante conocer con el detalle que lo elabora el libro las diferencias entre Smith y Hume respecto de la sociedad comercial que comenzaba a despuntar en su época. Mientras que Hume es un optimista confiado de las virtudes del comercio casi sin contraindicaciones, Smith, que también estaba a favor, es mucho más analítico de algunos de sus aspectos más negativos. Puede llamar la atención del lector desprevenido, verbigracia, las críticas de Smith al consumismo, a las actitudes de los comerciantes y a la desigualdad económica.

Como señala Rasmussen Smith y Hume distan mucho de ser dogmáticos defensores del liberalismo, por el contrario, son liberales en un sentido amplio y profundo, que parte del análisis de la realidad y que procura captarla en su complejidad. Sus recomendaciones de política también son eminentemente sensatas, realistas y razonables. Es por eso que el libro de Rasmussen es especialmente recomendable para los perezosos del pensamiento que anidan al interior del propio liberalismo y que lo hacen parecer de cartón y para sus enemigos, que critican a un adversario por una versión de caricatura completamente falaz. Recomiendo entusiastamente al amable lector ir a su librería más próxima y zambullirse en el extraordinario libro de Dennis Rasmussen, uno de los mejores que he leído en los últimos años.

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