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Un viaje y su protagonista

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Según dijo en Brecha el canciller Luis Almagro, "el gobierno pisó fuerte al lograr esquemas de trabajo permanente en temas claves para el país como educación, ciencias y tecnología y cooperación en temas sociales, y eso se logró". Lo que en buen romance significa que como consecuencia del reciente viaje a los Estados Unidos, escenificado varias veces para que no quedara detalle sin planificar, el Presidente Obama se comprometió con nosotros en acuerdos educativos y científicos, con la llegada sin costo de docentes estadounidenses, junto a otros más específicos sobre el ingreso de carne desosada o convenios aduaneros junto a la promoción de las pequeñas empresas, de significativa presencia para nuestro país. En ese aspecto, el prosecretario Diego Cánepa, un hombre consustanciado con el Presidente aunque menos cauto, se mostró exultante, "Las expectativas están totalmente colmadas". Un comentario que viniendo de un frentista del riñón del llamado grupo de los "cinco" revela cómo fue co

Según dijo en Brecha el canciller Luis Almagro, "el gobierno pisó fuerte al lograr esquemas de trabajo permanente en temas claves para el país como educación, ciencias y tecnología y cooperación en temas sociales, y eso se logró". Lo que en buen romance significa que como consecuencia del reciente viaje a los Estados Unidos, escenificado varias veces para que no quedara detalle sin planificar, el Presidente Obama se comprometió con nosotros en acuerdos educativos y científicos, con la llegada sin costo de docentes estadounidenses, junto a otros más específicos sobre el ingreso de carne desosada o convenios aduaneros junto a la promoción de las pequeñas empresas, de significativa presencia para nuestro país. En ese aspecto, el prosecretario Diego Cánepa, un hombre consustanciado con el Presidente aunque menos cauto, se mostró exultante, "Las expectativas están totalmente colmadas". Un comentario que viniendo de un frentista del riñón del llamado grupo de los "cinco" revela cómo fue considerada la reunión con Obama en los sectores más radicales de la izquierda donde las prevenciones, y las dudas de Mujica (reales o fingidas), se habían hecho escuchar. Lo cierto es que Mujica, un comunicador que ha adoptado como clave los errores idiomáticos, el lunfardo, y algún exabrupto, no dejó, durante su viaje, de conjugar malamente verbos y prodigar consejos obvios, generalmente no solicitados. En ese sentido recordó a Obama que sin Brasil nada es posible en el continente sudamericano, comentario que elude, no casualmente, cualquier mención a la Argentina. O reiteró la necesidad de cesar el absurdo bloqueo a Cuba y procurar la paz en Venezuela, que como bien sabemos puede lograr si así se lo propusiera realmente. Mujica ofreció para ello toda la ayuda uruguaya.

Por más que en el caso del Presidente uruguayo se trate de un personaje, donde sus peculiaridades más salientes -tanto las derivadas de su pobre cultura, como las provenientes de su ingenio y picardía- son aguardadas y celebradas como parte de su personalidad, de su particular desenfado y forma de ser. Mitad ensayadas y mitad propias. En un protagonismo que en ocasiones puede conspirar con sus propósitos.

También se dice, que aparentemente recibirá en el Uruguay algún prisionero de Guantánamo que de concretarse constituiría un enorme favor a Obama, aliviándolo de un problema heredado que revela en toda su crudeza los enormes, pero reales límites de su poder como presidente. Así como las contradicciones de una sociedad como la norteamericana, que exhibe desde un liberalismo de manual, ingenuamente lockeano, a un abisal obscurantismo medioeval. Si Mujica lo hace buscando alguna contrapartida, como el presunto humanitarismo de Obama en el tema del tabaco, que tanto preocupa a Uruguay, es algo que no puede plantearse como un truque. Aunque él, en su momento, lo sugirió. Como también sugirió la eventual llegada de niños sirios al Uruguay, la ley de la legalización de la marihuana o en general, la búsqueda de causas humanitarias, que resalten su perfil personal en este plano, como su último discurso en Naciones Unidas. En ese sentido, tan personal, no es totalmente ilusorio para algunos que se siga hablando de su persona como un eventual premio Nobel, una eventualidad que refuerza con su frugalidad y sus costumbres. Características que refuerzan su biotipo. Un hombre que pretende trascender. Pero que lo demuestra demasiado, como si el ansia dominara su discreción.

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Hebert Gatto

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