Publicidad

La urgencia de la LUC

Compartir esta noticia
SEGUIR
GUSTAVO PENADÉS
Introduzca el texto aquí

Cuando escribimos estas líneas, la Cámara de Diputados sigue tratando el proyecto de ley de urgente consideración. No debió sorprender que el Presidente apelara a este procedimiento.

Durante la campaña electoral se dijo, claramente, que el primer año de gestión tendría tres piezas centrales legislativas: la ley de urgente consideración, la ley de rendición de cuentas y la ley de presupuesto.

En enero se dio a conocer el primer texto. O sea, el Presidente de la República decidió, sorprendiendo a todos, que quería hacer participar a todo el mundo en la redacción final de la ley. Agregó algo, muy sano para la vida democrática, que es que el Parlamento tendría la última palabra y que terminaría decidiendo y laudando las diferencias.

Se trabajó intensamente. Quien quiso hablar, criticar y proponer lo pudo hacer. Se retomó la práctica del intercambio con las otras fuerzas políticas. Fueron recibidas veintisiete delegaciones oficiales; dieciséis de instituciones académicas, catedráticos y expertos; ciento doce de la sociedad civil; y cinco de organismos internacionales.

O sea, que en el correr de veintidós días, además de haber analizado 476 artículos, recibido 160 delegaciones de todo tipo, pelo y señal, de haber trabajado y escuchado a todo el mundo, el Senado aprobó un proyecto de ley que reúne la condición de que más del 50% de sus artículos fue votado por unanimidad.

Se nos ha cuestionado sobre cómo es posible pretender que una ley tan extensa, que abarca tantas áreas diferentes puede ser calificada de urgente. La urgencia radica en la necesidad que tenemos los uruguayos de empezar a resolver cuestiones fundamentales. ¿Alguien puede negar que la seguridad pública no es una cuestión de extrema urgencia?

Así entonces se aprobaron propuestas que hacen a las normas penales, al proceso penal, a la legislación profesional policial, a estupefacientes, a adolescentes privados de libertad, etc. También se abordan los temas medioambientales, dándose un paso de enorme significación con la creación del Ministerio de Medio Ambiente, instrumento de imprescindible en estos momentos en los que el deterioro de la calidad medioambiental del país es inocultable. Aquello del Uruguay Natural, hoy, lamentablemente, parece un chiste de mal gusto. Debemos recobrar la intención de ejercer y llevar adelante políticas públicas en esa dirección, por lo que la creación de un ministerio nos parecía algo central. Así también en materia económica, adoptando soluciones que serán instrumentales a propósitos largamente anhelados como la concreción de equilibrios macroeconómicos, la mejora en la gestión de las empresas públicas, la disminución de precios y tarifas públicas, así como el fortalecimiento de los organismos reguladores, entre muchas otras cuestiones.

La LUC transmite un claro mensaje de que se terminó el «no se puede». El gobierno del Partido Nacional va a intentar hacer las cosas. Podremos equivocarnos, pero, al final de este mandato de Gobierno, nadie podrá acusarnos de no haber tratado de cumplir los compromisos asumidos con la ciudadanía. El «esto se podrá arreglar en muchos años», no va ni con el Presidente ni con el Partido Nacional. Quizá nos equivoquemos, pero tenemos la más absoluta convicción de que estamos en el camino correcto.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Gustavo Penadéspremium

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad