Si bien la pandemia aún no terminó, la realidad en nuestro país marca que continúa la reactivación y la apertura de las actividades a buen ritmo y con buenos resultados. Semana a semana, evaluaciones mediante, son más las actividades que retoman la dinámica normal o lo más cercano a ello posible.

El equilibrio entre restricciones sanitarias y apertura de la economía, sumado al fortalecimiento y la inversión en infraestructura para el sistema sanitario, acompañado de políticas sociales para el apoyo a los sectores más vulnerables y un excelente plan de vacunación con tasas de cobertura que lideran los rankings mundiales, son parte de la clave del éxito con el que nuestro país viene transitando esta tormenta pandémica.

Todos estos meses son el fiel reflejo de que cuando las políticas adecuadas son bien comunicadas y motivan el compromiso de toda la ciudadanía, el alcance de los resultados se multiplica. Uruguay es un ejemplo en el mundo entero por el manejo de una crisis sin precedentes donde la incertidumbre global fue la regla.

De todas formas, en un escenario de relativo control sanitario, el norte debe estar puesto en los desafíos de la pospandemia. La reactivación del mercado de trabajo, políticas de desarrollo social con foco en vivienda y la prioridad en la primera infancia, y una apuesta de apertura al mundo en lo comercial, parecen ser el rumbo elegido.

Hace pocas semanas, el gobierno anunció avances en las negociaciones con China para la firma de un tratado de libre comercio. La decisión de una mayor apertura al mundo es clara y Cancillería avanza en varias líneas buscando acuerdos comerciales que nos permitan ser más competitivos.

A una mayor apertura al mundo, se suma también un importante esfuerzo de captar más inversión privada. La proactividad de este gobierno se refleja en la llegada de nuevas inversiones que se suman a proyectos ya en desarrollo como el de UPM 2. Entre otros, por ejemplo, lo anunciado por el grupo Ta-Ta que planifica para los próximos meses una inversión millonaria que generará casi 1500 puestos de trabajo en todo el país.

En esta línea, son varias las acciones del gobierno que buscan priorizar el empleo y dar apoyos al sector privado para la reactivación económica. La última novedad, viene de la mano de la aprobación y reglamentación de la Ley 19.973, que promueve políticas activas de empleo para empresas que contraten personas jóvenes (15 a 29 años), mayores de 45 años y personas con discapacidad.

En materia de desarrollo social y apoyo a los sectores más vulnerables, el proyecto de rendición de cuentas a estudio en el Senado es muy ambicioso. Luego de varias negociaciones, se confirmaron los fondos para una fuerte inversión en vivienda que pone el foco en los asentamientos irregulares. A eso se suman los 50 millones de dólares para la primera infancia que se ejecutarán en políticas diversificadas, buscando atender a una población donde se concentran desde hace varios años los peores indicadores de pobreza y vulnerabilidad social.

Sin cantar victoria, la pandemia parece terminar y se abre entonces un tiempo distinto para el gobierno y todos los uruguayos. Con rumbo claro, paso firme y un responsable optimismo, el escenario que asoma avecina esperanza.