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El Uruguay del porro turismo

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Son muchos los turistas que por estos días se acercan a las farmacias de Punta del Este y también de Montevideo, para preguntar si allí venden marihuana. El porro turismo parece haberse puesto en marcha antes de que se aprobara la reglamentación de la ley que el oficialismo votó en el Parlamento y que el Poder Ejecutivo promulgó en los últimos días del 2013. Era algo previsible y cumplió con uno de los efectos perseguidos: hacer que nuestro país y que el Presidente José Mujica fuese portada en los principales diarios del mundo.

Pero de sorpresas andamos. En la edición de El País del domingo, el diputado frenteamplista por Maldonado y médico Darío Pérez, se despachó con un mea culpa por haber levantado la mano en la Cámara de Representantes a la hora de sancionar la norma de marras. Echó por tierra el principal argumento esgrimido por el presidente Mujica: "Que la ley sea un golpe a los narcos es una ilusión", sentenció.

La afirmación además de ser sensata, llama poderosa

Son muchos los turistas que por estos días se acercan a las farmacias de Punta del Este y también de Montevideo, para preguntar si allí venden marihuana. El porro turismo parece haberse puesto en marcha antes de que se aprobara la reglamentación de la ley que el oficialismo votó en el Parlamento y que el Poder Ejecutivo promulgó en los últimos días del 2013. Era algo previsible y cumplió con uno de los efectos perseguidos: hacer que nuestro país y que el Presidente José Mujica fuese portada en los principales diarios del mundo.

Pero de sorpresas andamos. En la edición de El País del domingo, el diputado frenteamplista por Maldonado y médico Darío Pérez, se despachó con un mea culpa por haber levantado la mano en la Cámara de Representantes a la hora de sancionar la norma de marras. Echó por tierra el principal argumento esgrimido por el presidente Mujica: "Que la ley sea un golpe a los narcos es una ilusión", sentenció.

La afirmación además de ser sensata, llama poderosamente la atención al provenir del legislador cuyo voto fue el número cincuenta, el clave para que la norma lograra la sanción de la Cámara de Representantes. Si Pérez no hubiera levantado la mano, el cultivo y comercialización de marihuana no sería hoy legal en Uruguay.

También corresponde reconocer que el legislador oficialista condicionó su voto a que se introdujera una cláusula por la que se obliga a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) a instaurar cursos sobre adicciones. Lo que el diputado Pérez no contaba es que su agregado al proyecto fuera cuestionado por la propia ANEP. En efecto, sus autoridades sostuvieron en el Senado que la adenda es "inconstitucional" porque viola la autonomía de la educación.

Se sabe de la ANEP a esta altura se pueda esperar cualquier cosa. "En la vida todo tiene un límite. La autonomía de la enseñanza no puede llegar a lesionar algo mucho más importante que es la vida, la salud y la educación de nuestro pueblo", afirmó Pérez. Creo que casi nadie puede estar en desacuerdo con esta afirmación; pero por qué no se lo planteó antes. ¿O acaso no se lesiona la vida y la salud de las personas permitiendo el libre consumo de marihuana?

El ex presidente Vázquez, médico oncólogo, hizo de la lucha contra el consumo del tabaco uno de los mayores, sino el mayor, objetivo de su gobierno. Fue un éxito. Lamentablemente no le interesó librar batalla también contra el consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes que ya entonces alcanzaba niveles alarmantes. Su sucesor legalizó el cultivo y consumo de la marihuana, porque así detendría la presencia e influencia del narcotráfico. El diputado Pérez, también médico y conocedor -se supone- del daño que el consumo de marihuana ocasiona, sale ahora a justificar su conducta. Dice que votó la ley porque "si la democracia interna de mi Frente Amplio la acepto cuando gano en una posición, la debo aceptar cuando pierdo".

Diputado tiene usted razón: las decisiones democráticas se acatan cuando se está de acuerdo y cuando no. ¿Pero que pasa cuando esas resoluciones atentan contra la salud, la libertad y el futuro de los jóvenes de un país? Porque más allá de una marketinera medida, el Uruguay natural del que tanto se ufana el gobierno es ahora el Uruguay del porro, claro, cultivado de forma natural y legal.

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Diego Fischer

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