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Las millas de Martínez

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Son tiempos de sorpresas. La última la aportó El País el pasado sábado al publicar un completo informe en el que se detallan los viajes que el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, y trece de los integrantes de su gabinete realizaron desde que la sexta administración del Frente Amplio asumió en julio de 2015. En total suman 98 las misiones oficiales al exterior. El récord lo ostenta el propio Martínez con 25 periplos fuera de fronteras entre julio de 2015 y febrero de 2018.

Según el informe, los destinos a los que se dirigió Martínez son variados: desde Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador y México pasando por Canadá y Estados Unidos y recalando también en España, Alemania, Francia e Italia. El informe consigna que en el 2017, el intendente realizó 13 viajes, más de uno por mes, obviamente en misiones oficiales. ¿Qué fue a hacer? Esto huele a aspirante a candidatura presidencial en búsqueda de contactos.

Un capítulo aparte merecen los viajes de los integrantes de su gabinete. Allí descuella la Directora de Desarrollo sostenible Cristina Zubillaga, que asumió en agosto de 2016, y que en dicho período hizo las valijas once veces para misiones oficiales. Empatan, en segundo lugar, la Directora de Desarrollo Social, Silvana Pissano y el Secretario General Fernando Nopitsch, con seis misiones oficiales al extranjero cada uno. No obstante, el Director de Relaciones Internacionales, Nelson Fernández, acumuló 45 salidas al exterior en lo que va de la presente administración. Podrá argumentarse que la función de Fernández lo justifica. ¿Y el resto de los jerarcas?

¿Qué beneficios para la ciudad y para los montevideanos trajo este casi centenar de periplos? Si nos guiamos por cómo se ve Montevideo, nada. La ciudad sigue estando sucia, abandonada y a merced del humor de los muchachos de Adeom.

¿Cuánto le costaron a las arcas municipales los pasajes y los viáticos de sus jerarcas?

Cuando retornó la democracia al Uruguay, en 1985, la ciudadanía se sorprendía por los viajes que hacían los ministros del gobierno del presidente Julio María Sanguinetti. Viajes que siempre el exjefe de Estado emprendía acompañado por los líderes o dirigentes de nota de la oposición. También, con un canciller de lujo como fue el contador Enrique Iglesias, los secretarios de Estado viajaban mucho. El cometido era imprescindible: reinsertar al país en el mundo, luego del aislamiento que vivió durante los doce años que duró la dictadura militar. Los resultados no demoraron en verse y más pronto de lo que uno podía imaginar, el Uruguay volvió a tener voz y ser respetado en organismos y foros internacionales.

Los viajes de los gobernantes que siguieron a la primera administración democrática, casi siempre tuvieron como fin abrir mercados, buscar inversiones y estrechar vínculos diplomáticos. Es una norma no escrita que todas las administraciones, (con excepción de la de José Mujica ¿cuándo no?) han respetado.

Martínez es el intendente de todos los montevideanos. Sería bueno que lo recordara. También es necesario que explique qué ha hecho durante las veinticinco veces que dejó su despacho en el Palacio Municipal para andar por el mundo. Porque si de aprender se trata, más barato y mejor hubiera sido que viajara a Maldonado, Colonia, Flores o Florida. Hubiera visto buenos gobiernos municipales.

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