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Ignorancia y mala fe

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diego fischer
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Mientras la justicia argentina trata de dilucidar si el avión venezolano de Emtrasur era parte de un plan terrorista iraní, el ex canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa no tuvo mejor idea que salir a fustigar al gobierno uruguayo.

Por haberle negado al Boeing 747 a aterrizar en el aeropuerto de Carrasco el pasado 8 de junio.

“La información que yo tengo es que este avión venía con asientos para las fábricas Volkswagen de Argentina porque hay una gran dificultad para las importaciones en el mundo entero, y como era iraní, y como venían venezolanos, ya la paranoia de la derecha hizo que vieran espías y cosas raras adentro del avión”, sostuvo Nin horas antes de la comparecencia del ministro de Defensa, Javier García al Parlamento.

El ex vicepresidente de la República y ex ministro de Relaciones Exteriores y ex candidato a la intendencia de Cerro Largo en las últimas elecciones municipales, salió a fustigar la certera y rápida decisión del gobierno que, tal vez, haya impedido que Uruguay se viera involucrado en un extraño caso donde las denuncias hablan de presuntos terroristas iraníes con identidades cambiadas, y donde todo, todo huele mal, muy mal.

Según un informe publicado por La Nación, el avión de marras tiene un historial que mete miedo: (…) ” Voló con cuatro matrículas diferentes, bajo los colores de seis aerolíneas, acumuló más de 84.000 horas en el aire, superó varios incidentes -algunos muy serios- y desde hace una década está bajo la mira de Estados Unidos y las Naciones Unidas (ONU). ¿Por qué? Por servir de instrumento para supuestas operaciones terroristas”. Solo esto son razones más que suficientes para que el ministro de Defensa, adoptara la decisión que tomó.

El caso le viene complicando la vida al gobierno argentino de Alberto Fernández, que desde un primer momento tomó distancia de los hechos y ordenó quitarle los pasaportes a los tripulantes, retener la aeronave y dar intervención a la justicia.

No es para menos, Argentina, a pesar del tiempo transcurrido, no ha podido esclarecer los atentados contra la embajada de Israel de 1992 que dejó un saldo de veintidós muertos y el perpetrado contra la mutual judía AMIA en 1994 que le costó la vida a 85 personas. Luego vino el asesinato del fiscal Alberto Nisman en enero de 2015, que entendía la causa de la AMIA e investigaba un memorándum de cooperación entre Argentina e Irán firmado por la ex presidente Cristina Kirchner.

En el pestilente caso del avión, está también involucrada la dictadura de Nicolás Maduro. Sí el régimen al que el propio Nin siendo vicepresidente de la República primero y ministro de Relaciones Exteriores después, se negó una y cien veces a condenar por sus violaciones a los derechos humanos.

Un ex canciller debería saber que históricamente la política exterior del Uruguay fue una política de Estado. En otras palabras, esto significó siempre que gobierno y oposición mantuvieran y respaldaran una misma posición en las relaciones internacionales. Acusar de paranoia en casos como el del avión venezolano es vergonzoso y patético.

Revela también mucha ignorancia y mala fe.

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