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Estado burlón y compadrito

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DIEGO FISCHER
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Es una máxima hasta ahora imbatible: casi todo lo que el Estado administra o gerencia termina siendo una carga y una burla para el contribuyente.

En las últimas horas nos enteramos que el BPS estuvo pagando miles de pesos por la vigilancia de un complejo habitacional en la localidad Independencia, en Florida, que debió ser derribado por fallas estructurales. Según informó El País el jueves, la farra viene costando unos US$ 825.000.

El complejo alberga unas diecinueve viviendas para jubilados y pensionistas de escasos recursos. Fue desalojado en 2011 y debió ser demolido de inmediato. La inmediatez se convirtió en una década con el consabido gasto. El vicepresidente del organismo Daniel Graffigna, bucea en el organismo tratando de saber por qué no se demolió el complejo habitacional.

¿Cuántos medicamentos o tratamientos de alto costo se hubieran podido financiar con esa plata?

En estas horas también trascendieron varias irregularidades en la gestión del Mides durante los gobiernos del Frente Amplio. El caos administrativo, el amiguismo y la falta de transparencia caracterizaron desde su creación -en 2005- al Ministerio de Desarrollo Social. Dos de esos períodos fueron timoneados por la comunista Marina Arismendi. ¿Se acuerdan cuando Arismendi nombró al novio de su hija para un cargo de confianza? En el mundo entero eso se llama nepotismo, en el Uruguay y en la era del Frente Amplio formaba parte de una peculiar manera de hacer justicia social. Ahora que pienso, nunca se supo si hubo boda o no. Estimo que si hubo casamiento, la fiesta debe haber sido más chica y más discreta de la que hizo Raúl Sendic cuando inauguró la planta de La Tablada de Ancap. En aquella oportunidad la invitada de honor fue Cristina Kirchner y con ella desembarcaron los muchachos de La Cámpora. Tal vez por eso la garufa nos costó US$ 350 mil.

El jueves último, el semanario Búsqueda informó que el Estado pagó durante tres años US$ 72.000 de más al gobierno de Cuba para que técnicos de ese país brindaran servicios de producción y diseño de prótesis en el nuestro. Esa es una de las numerosísimas irregularidades denunciadas penalmente por el ex Director General de Secretaría del Mides, Nicolás Martinelli ante la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos. La denuncia contiene los resultados de las auditorías dispuestas por el nuevo gobierno luego de quince años de administraciones del Frente Amplio.

Sabíamos que el Mides ostentaba el récord de observaciones que el Tribunal de Cuentas realizó a un ministerio en su historia, ahora entendemos por qué.

Pensar que en esos millones de pesos malgastados cuando no dilapidados, está el IRPF y el IASS que grava nuestros sueldos o ingresos. Involucra también lo que pagamos de IVA. En definitiva, es parte de nuestro trabajo y también el resultado del esfuerzo que -en sus años activos- hicieron los jubilados. “Que pague más el que tiene más” fue el eslogan compadrito de la coalición de izquierda en las elecciones de 2004 que la llevaron al gobierno por primera vez. Fue una frase incompleta: Que pague más el que tiene más, para que nosotros podamos dilapidarla y divertirnos en sus propias caras.

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