Publicidad

De laboratorio

Compartir esta noticia

Es casi un experimento de laboratorio. Por un período que llegará a quince años, en este país se dieron todas las condiciones con las que puede soñar un gobierno que aspire a reformar la educación. El escenario fue tan favorable que simplemente no hay excusas. Si en estas condiciones no hubo cambios ni mejoras sustantivas, es porque no se supo o no se quiso hacerlos. Los datos disponibles no aceptan otra explicación.

Es casi un experimento de laboratorio. Por un período que llegará a quince años, en este país se dieron todas las condiciones con las que puede soñar un gobierno que aspire a reformar la educación. El escenario fue tan favorable que simplemente no hay excusas. Si en estas condiciones no hubo cambios ni mejoras sustantivas, es porque no se supo o no se quiso hacerlos. Los datos disponibles no aceptan otra explicación.

Repasemos brevemente todo lo que había a favor.

Primero, un partido de gobierno que tiene mayoría parlamentaria propia durante tres períodos consecutivos. Eso significa que durante quince años puede darse las leyes que necesite para gobernar, sin tener que hacer transacciones con otros partidos.

Segundo, muchísimo dinero en la caja, resultante de la recaudación de impuestos más alta de nuestra historia. A eso se agrega que una proporción creciente de ese dinero se destinó a la educación. En cifras gruesas, hoy se gasta en la enseñanza tres veces más que hace unos quince años.

Tercero, un equipo de conducción de la enseñanza excepcionalmente estable. Recordemos algunos ejemplos. El actual presidente del Codicen, Wilson Netto, inició su carrera de jerarca en 2005, cuando fue nombrado Director General de UTU. En 2010 pasó a presidir el Codicen y en 2015 fue confirmado en el cargo. Laura Motta integró el Codicen en el primer gobierno frentista, pasó al Consejo de Formación en Educación en el segundo y ahora volvió al Codicen. Javier Landoni pasó del Consejo de UTU al Codicen y de allí al Consejo de Secundaria. Héctor Florit pasó del Codicen a ser Director General de Primaria y hoy integra ese mismo Consejo. Luis Garibaldi fue Director de Educación del MEC durante una década y ahora integra el Consejo de Formación en Educación. Siempre los mismos nombres.

Cuarto, una fuerte alianza estratégica con los sindicatos, que en el pasado pusieron enormes obstáculos a los intentos de reformar la enseñanza. Quien dude de la vigencia de esa alianza más allá de tensiones coyunturales, puede recordar que durante la última campaña electoral el Pit-Cnt hizo un paro general por las dudas, como advertencia.

Quinto, un entorno regional muy favorable para la educación. Los últimos diez años han sido un período de mejoras sustanciales en América Latina. Muchos países consiguieron incluir a mucha gente, al mismo tiempo que mejoraban los aprendizajes. Hay múltiples historias de éxito de las que aprender.

Dadas estas condiciones excepcionales, lo lógico hubiera sido esperar logros formidables. Pero no es eso lo que ha ocurrido. ANEP no tiene hoy más estudiantes, sino menos que hace doce años. Seguimos teniendo una de las mayores tasas de abandono del continente y una de las menores de egreso de la enseñanza media. Somos el único país latinoamericano con tendencia a la baja en las pruebas PISA. Y en los últimos 12 años no se ha conseguido concretar ninguna reforma importante.

No solo estamos ante un fracaso rotundo, sino ante un fracaso caro. Y no hay excusas: todo estaba dado para avanzar. Si eso no se logró, fue por una combinación de ideas equivocadas, falta de coraje e incapacidad para ejecutar. Sin embargo, los responsables del desastre mantienen una actitud de suficiencia que a esta altura es insultante. Deberían hacerse cargo.

SEGUIR
Pablo Da Silveira

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad