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Ingenuos sí; tontos no

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DANILO ARBILLA
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"Lo único que les pido es que nos dejen trabajar”. ¿Ud. cree que lo harán, ministro? Diría que algo ingenuo el ministro de Defensa Nacional Javier García en su sincera apelación.

No. No los van a dejar trabajar tranquilos. No los están dejando. Cada vez que pueden, la zancadilla. La primera fue no aumentar las tarifas.

Lo anunciaron de antemano sus dirigentes: los políticos y los político-sindicales.

Como que ardían de bronca: porque habían perdido y por lo que se les escapaba de las manos. No en vano renovaron todos los contratos que pudieron. Mucho resentimiento, pero también electoralismo, con las municipales a la vista y además la doctrina: la de que lo peor es lo mejor.

El coronavirus les complicó los planes y más el buen manejo del gobierno. Debieron cuidarse. Igual erraron feo: la renuncia de los jerarcas de ASSE, la reticencia de las maestras rurales y ni que hablar del primer gran yerro del gobierno de Tabaré Vázquez con respecto a la pandemia, sobre la que por lo menos se nos dijo que la manejábamos de taquito.

Una metida de pata muy grande aquella, sin embargo el expresidente sigue hablando.

Es parte del plan. Con el necesario toque de demagogia e hipocresía que obliga una población que simpatiza con el gobierno, el FA lo ha comenzado a aplicar. Por una punta el frente sindical en todo lo que le sea específico pero haciendo ala con los representantes políticos, con dos objetivos: contra la ley de urgencia y en apoyo al paquete de medidas y soluciones; un atado este que revisado a fondo, -o por arribita nomás-, es bien de cuño cubano-chavista . Destrucción de la economía, acogotamiento de la empresa privada y la producción, salario único general (ni mínimo ni máximo), precios congelados y escasez y tarjeta de aprovisionamiento -en épocas buenas cuando pagaban los rusos o chavez o cuando el petróleo era rentable- o de racionamiento en la mayoría del tiempo.

Por la otra banda Vázquez. Este aparentemente tiene más peso y es más creíble que Javier Miranda o Danilo Astori (Mujica no se las lleva mucho).

Vázquez, además, tanto te dice una cosa como te dice la otra (debe ser influencia del Pepe). En cualquier momento te afirma que jamás le pidió respaldo a Bush en su bronca con Néstor Kirchner o que él nunca habló contra las pasteras en su campaña del 2004.

Vázquez parece que nos toma por tontos o desmemoriados a los orientales. Hace unas horas afirmó que él jamás dijo que había que ir a una “cuarentena total”.

¡Opa! Se le fue la mano.

Explico que habló de una “cuarentena obligatoria” pero no total. ¿Cuál es la diferencia? La obligatoria no nos permite salir, nos obliga a permanecer en nuestras casas, pero con excepciones: médicos, enfermeros, policías, soldados, trabajadores zafrales en casos, controladores aéreos, periodistas, gobernantes. Lo mismo si fuera total.

No hay diferencia. Pero igual no importa, hete aquí que Vázquez en declaraciones anteriores alternó “obligatoria” con “total”, como una misma cosa. Aún más y para despejar cualquier duda, dijo textualmente que “era inevitable ir a una cuarentena total”.

Digan lo que quieran, pero por favor, con cierta consideración: puede que haya unos más ingenuos que otros, pero ninguno tonto ni desmemoriado.

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