Publicidad

Contra la obscenidad

Compartir esta noticia
SEGUIR
claudio fantini
Introduzca el texto aquí

Puerto Rico le está aportando a la historia la primera rebelión contra la obscenidad.

La historia está plagada de protestas y revoluciones contra gobernantes por la pobreza, por la segregación, por el despotismo, por la arbitrariedad, por la represión y por otras injusticias causadas desde el poder. Pero no registra rebeliones contra la homofobia y la misoginia expresadas con vulgaridad por un gobernante.

Puerto Rico está escribiendo ese capítulo que faltaba y que tal vez, en este tiempo de filtraciones permanentes, tendrá más episodios.

Nadie hubiese imaginado hasta hace unas semanas que Ricky Martin lideraría una rebelión y que en la vanguardia del levantamiento lo acompañarían otras estrellas musicales como Bud Buny y Residente (ex Calle 13).

Por cierto, detrás del bulling homofóbico y misógino que chateaban el gobernador Ricardo Rosselló y un círculo íntimo, cuya filtración detonó la ira popular, hay casos de corrupción, insensibilidad social e ineptitud gubernamental.

Pero fue la alusión degradante a la sexualidad de Ricky Martín y la burla sexista a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, entre otras decenas de comentarios que destilan homofobia y misoginia lo que indignó a multitudes que coparon las calles para reclamar la renuncia del gobernador del pequeño Estado Libre Asociado a los Estados Unidos.

La agobiante deuda externa, la pobreza alcanzando al 45 por ciento de la población, la ineficiencia y desidia de Rosselló para restablecer servicios y afrontar los daños causados por el huracán María, además de los negociados por los que el FBI detuvo a seis altos miembros de la administración, son el combustible de alto octanaje. La chispa que encendió las llamas que están consumiendo el liderazgo de Rosselló, fueron los chats entre el gobernador, funcionarios actuales, ex funcionarios y un empresario allegado al poder.

Rosselló ya renunció a la presidencia de su partido y a la candidatura para la próxima elección, pero siguen sumándose voces que reclaman su renuncia como gobernador o, en su defecto, un “juicio de residenciamiento” (inpeachment).

Aferrado al cargo, Rosselló confía en que la Cámara Baja tendrá dificultad para convertir sus escabrosos chats en causal de inpeachment, sin forzar la Constitución de la isla. También confía en que el titular del Senado, Thomas Rivera Shatz, siente suficiente encono hacia la funcionaria que asumiría en su reemplazo: la secretaria de Justicia Wanda Vázquez.

Más allá de lo que finalmente ocurra, las masivas protestas ya escribieron un novedoso capítulo en la historia de las rebeliones populares. Puerto Rico se levantó contra la segregación sexual.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad