Publicidad

Lo malo y lo peor

Compartir esta noticia
SEGUIR
Claudio Fantini
Introduzca el texto aquí

Aunque Hugo Moyano es un problema, el problema no es Hugo Moyano. Suena paradójico, pero la cuestión principal para el gobierno no es que el sindicalista convocara a una protesta por sus problemas personales con los jueces que lo investigan.

La cuestión principal es que, siendo tan evidente que la protesta fue por esos problemas personales, haya reunido una multitud tan numerosa.

La cuestión no es que Moyano sea un sindicalista agresivo, apretador y turbio. La cuestión es que siendo tan agresivo, apretador y turbio, haya podido encabezar una demostración importante de descontento con la gestión de Mauricio Macri.

La cuestión no es que tantos sindicatos grandes hayan roto la cúpula de la CGT y se hayan "bajado" de esta marcha dejando solo a Moyano. La cuestión es que con tantos sindicatos importantes abandonándolo y "bajándose" de la marcha, lo mismo haya estado tan acompañado. Eso es lo que tiene que enfocar el gobierno de Macri: un gremialista desprestigiado, presuntamente poseedor de una fortuna injustificable, además de portador de una modalidad de acción sindical extorsiva que genera repulsión en la mayoría de los argentinos, pudo encabezar un acto multitudinario.

Se equivoca el gobierno al enfocarse en el desprestigio de la dirigencia kirchnerista que, después de haber despreciado a Moyano, fue al pie del líder camionero como si nada. Se equivoca también si se detiene en los cientos de camiones y colectivos que llevaron gente, así como en que mucha gente recibió dinero por ir.

A pesar de todo eso, las calles mostraron a Macri que su política económica golpea duramente a las clases media y media baja. Para colmo, ni siquiera está logrando las metas de crecimiento de la economía y de caída en la inflación y el déficit fiscal. Inflación y déficit crecen, igual que la deuda, mientras que lo que decrece es el poder adquisitivo de las franjas de la sociedad cuyo consumo pone en funcionamiento la producción y multiplica el empleo.

En eso tiene que pensar Macri después de que un tren fantasma de la dirigencia argentina, repleto de impresentables, pasara por la avenida 9 de Julio.

Algo anda mal si dirigentes tan desprestigiados y sospechados de corrupción, pueden convocar multitudes tan vastas para protestar contra la política económica.

Si el gobierno sigue concentrándose en los defectos de sus esperpénticos enemigos, en lugar de concentrarse en sus propios y numerosos defectos, habrá nuevas marchas y serán cada vez más multitudinarias.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Claudio Fantinila bitacoramundo

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad