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Mujica y el “genocidio”

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La declaración del presidente uruguayo José Mujica de que Israel ha llevado a cabo un “genocidio” en Gaza no solo es un insulto para la memoria de los millones que fueron exterminados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, sino que hace que uno se pregunte si él y otros que han empleado el mismo término contra Israel son sinceros cuando aseguran que no son antisemitas.

La declaración del presidente uruguayo José Mujica de que Israel ha llevado a cabo un “genocidio” en Gaza no solo es un insulto para la memoria de los millones que fueron exterminados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, sino que hace que uno se pregunte si él y otros que han empleado el mismo término contra Israel son sinceros cuando aseguran que no son antisemitas.

Mujica, siguiendo los pasos de los presidentes de Venezuela y Bolivia, y de algunas figuras del espectáculo como Javier Bardem, Penélope Cruz y Pedro Almodóvar, dijo en declaraciones ulteriores que no es antisemita, y agregó --como para probarlo-- que tres de sus ministros son judíos.
He entrevistado a Mujica, de 79 años de edad, varias veces, y solía ver con cierta simpatía su austero estilo de vida y su lenguaje dicharachero, pero este último disparate ya ha dejado de ser divertido. Cualquiera tiene derecho a criticar a Israel, y yo mismo he criticado las políticas de su actual gobierno en los asentamientos, pero el empleo irresponsable de la palabra “genocidio” es menospreciar los horrores que el término describe, y dar munición a los antisemitas --que ahora se esconden detrás del rótulo de “antisionistas”, como si eso les diera más credibilidad-- de todo el mundo.

Tal como el columnista de Radio Mitre de Argentina, José “Pepe” Eliaschev, señaló de manera brillante en un editorial, “la palabra ‘genocidio’ es de una estatura, importancia y dimensión tales, que no solo los dirigentes políticos, sino también los medios de comunicación, deberían usarla con mucho tino y prudencia”.

Entre los argumentos de Eliaschev figura el hecho de que tan solo el año pasado hubo 75,000 muertos en Siria. En total, hubo 118,000 muertes en los siete conflictos armados más grandes del mundo, según el Programa de Datos sobre Conflictos de la Universidad de Uppsala, Suecia. Comparativamente, el conflicto de Gaza ha dejado un total de 1,800 muertos palestinos, de los que Israel dice que 900 eran combatientes terroristas, y 67 israelíes. Y sin embargo, ni Mujica ni los otros hablan de un “genocidio” en Siria ni en otros sitios, como si estuviera bien denunciar “genocidios selectivos”, señaló Eliaschev.

Antes de las declaraciones de Mujica, el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo Luis Almagro, candidato a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), había acusado a Israel de realizar una supuesta “masacre” en Gaza. He aquí algunos datos que todos ellos deberían conocer.

En primer lugar, Israel tiene derecho a defenderse de los bombardeos de Hamas, que ha disparado más de 11,000 cohetes contra Israel desde que el Ejército israelí se retiró de la Franja de Gaza en el 2005. La razón por la que han muerto muchos más civiles de Gaza que israelíes es que Israel ha usado su dinero para construir misiles defensivos que han detenido en el aire a los cohetes de Hamas, en tanto Hamas ha usado su dinero para construir misiles ofensivos para matar civiles.

En segundo término, la definición de “genocidio” en cualquier diccionario es “la aniquilación deliberada de un gran grupo de personas, especialmente aquellas de un grupo étnico o nación”. Y solo una parte --Hamas, considerado oficialmente un grupo terrorista por Estados Unidos y los 28 miembros de la Unión Europea-- procura el exterminio deliberado de la otra parte en este conflicto.

La carta fundacional de Hamas convoca al exterminio de Israel, y expresa en su artículo 7 que “las piedras y los árboles dirán ‘Oh musulmanes, oh Abdullah, hay un judío detrás de mi. Ven y mátalo’”.

Tal como me dijo en una entrevista reciente Mosab Hassan Yousef, un prominente desertor de Hamas, “Hay 1 millón y medio de árabes que viven en Israel. Si Israel estuviera sediento de sangre palestina, ¿cómo se explica que esos árabes vivan en paz y en libertad en Israel?”

En tercer término, tal como lo ha reconocido la agencia de refugiados de la ONU en Gaza, Hamas utiliza hospitales y escuelas como depósitos de sus cohetes. Y según testigos presenciales como la cadena de televisión india NDTV, no hay dudas de que los terroristas de Hamas usan a civiles como escudos humanos.

Israel pide habitualmente a los residentes de Gaza que abandonen los edificios de donde son lanzados los cohetes, pero “Hamas pide a los residentes civiles que permanezcan en sus hogares”, y luego usa las imágenes de niños muertos con fines propagandísticos, me dijo Hassan Yousef.

Mi opinión: Mujica y otros que con ligereza acusan a Israel de cometer un “genocidio” están trivializando una palabra que no puede usarse contra Israel. Menos aún pueden hacerlo otros, como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que mientras denuncia un “genocidio” de Israel proclama que “Venezuela está con Siria”, donde el dictador Bashar al- Assad usa armas químicas contra sus enemigos. Todos estos presidentes deberían avergonzarse de ser tan irresponsables.

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Andrés Oppenheimer

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