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América espera ese discurso

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Durante su viaje a África, el presidente Barack Obama dio un poderoso discurso pidiendo a los líderes atrincherados por largo tiempo en el poder que pusieran fin a la corrupción, respetaran la libertad de prensa y dejaran de cambiar la Constitución para mantenerse en el poder indefinidamente. Me pregunto por qué no pronuncia el mismo discurso cuando viaja a Latinoamérica.

Durante su viaje a África, el presidente Barack Obama dio un poderoso discurso pidiendo a los líderes atrincherados por largo tiempo en el poder que pusieran fin a la corrupción, respetaran la libertad de prensa y dejaran de cambiar la Constitución para mantenerse en el poder indefinidamente. Me pregunto por qué no pronuncia el mismo discurso cuando viaja a Latinoamérica.

Durante su discurso del 28 de julio en la sede de la Unión Africana en Addis Abeba, Etiopia, Obama dijo a los líderes africanos que “nada va a liberar el potencial económico de África más que poner fin al cáncer de la corrupción”.

“La corrupción existe en todo el mundo, incluso en los Estados Unidos”, agregó. “Pero aquí, en África, la corrupción drena miles de millones de dólares de economías que no pueden permitirse el lujo de perder miles de millones de dólares. Eso es dinero que podría ser utilizado para crear empleos y construir hospitales y escuelas”.

Después de su llamado a los países a tomar acciones en contra de la corrupción, Obama dedicó gran parte de su discurso a pedir que los gobiernos dejen de acosar a los medios independientes, y a los líderes a que no se aferren al poder indefinidamente. Varios de los 50 países miembros de la Unión Africana tienen líderes que han estado en el poder durante una década o más.

“Todos sabemos cuáles son los ingredientes de la democracia real: incluyen elecciones libres y justas, pero también la libertad de expresión y de prensa, la libertad de asociación”, dijo Obama. “Estos derechos son universales. Están escritos en las Constituciones de África”.

“Sin embargo, en este mismo momento, estas mismas libertades son negadas a muchos africanos”, prosiguió. “Cuando se encarcela a periodistas por hacer su trabajo, o los activistas son amenazados por gobiernos que reprimen a la sociedad civil, entonces hay una democracia en nombre, pero no en contenido”.

En la parte más arriesga-da de su discurso, Obama dijo que “el progreso democrático de África también está en riesgo cuando los líderes se niegan a hacerse a un lado cuando sus mandatos terminan”.

Mezclando su duro mensaje con humor, le recordó a la audiencia que se acerca él mismo al término de su segundo mandato, y que ama su trabajo, pero que bajo la Constitución de Estados Unidos no puede ser reelecto.

“De hecho, creo que soy un buen presidente. Creo que si me presentara de nuevo, volvería a ganar”, bromeó. “Pero no puedo ... La ley es la ley ... Y ninguna persona está por encima de la ley, ni siquiera el presidente”.

Y concluyó: “Cuando un líder trata de cambiar las reglas en medio del juego solo para permanecer en su cargo, corre el riesgo de inestabilidad y conflictos ... A veces ustedes escucharan líderes que dicen, bueno, yo soy la única persona que puede mantener esta nación unida. Si eso es cierto, entonces ese líder no ha logrado construir realmente su nación”.

Mi opinión: Fue un discurso fenomenal que Obama también debería pronunciar en América Latina. No le tomaría ningún trabajo extra: simplemente tendría que literalmente copiar y pegar el texto, y sustituir la palabra “África” por “América Latina”.

En muchos países latinoamericanos, al igual que en África, hay una corrupción endémica, la libertad de prensa se reprime de forma rutinaria, y los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Colombia y varios otros países han cambiado sus Constituciones recientemente para permanecer en el poder por tiempo indefinido.

Cuba, el país con el que Obama acaba de restablecer relaciones diplomáticas, es una dictadura militar hereditaria dirigida por un general del Ejército. No ha habido una elección libre o un canal de televisión independiente en Cuba en más de cinco décadas.

Obama probablemente no se atreve a hacer su discurso de la Unión Africana en América Latina porque hay mucho más comercio e inversiones estadounidenses que están en juego en Latinoamérica. Es cierto que Obama se refirió a estos temas durante la reciente Cumbre de las Américas en Panamá, pero lo hizo mucho más tímidamente que en Addis Abeba esta semana.

Claro que si Obama les dice estas cosas a los presidentes narcisistas-leninistas de la región, ellos a su vez lo acusarían inmediatamente de estar interviniendo en sus asuntos internos y violar su soberanía para perseguir sus presuntos planes “imperialistas”.

Pero después de varios años de líderes corruptos que se esconden detrás de la demagogia nacionalista para justificar sus abusos de poder, mucha gente en varias autocracias de América Latina ya está harta de ser engañada.

Para enfatizar su argumento, Obama solo tendría que repetir lo que dijo en África: los países no necesitan líderes fuertes, sino instituciones fuertes. Y que si un líder dice ser el único que puede mantener a su nación unida, ese líder no ha logrado construir verdaderamente esa nación.

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Andrés Oppenheimer

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