Al analizar 50 años de políticas públicas, se descubrió que las inversiones directas qué más rinden son las que se enfocan en la salud y educación de los niños de hogares pobres.
Para jerarca hay que hacerlo desde perspectivas y necesidades del usuario.
El Mides pasó raya a los resultados de sus asignaciones familiares y encontró que si bien la transferencia contribuye a la superación de la pobreza y la indigencia, no genera casi ningún efecto a largo plazo. La evaluación lo lleva a concluir que hay que eliminar las contraprestaciones.
Desde una pequeña y sencilla oficina ubicada en la sede del Frente Amplio, la futura ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, trabaja en los planes de su cartera para el próximo gobierno donde continuará con la política de transferencias monetarias a los sectores más necesitados sin exigir contraprestaciones a cambio.
Dirigentes del Partido Colorado, Nacional e Independiente coinciden en que se debe pedir atención en salud y educación a las familias de bajos recursos que reciben dinero ya que esto las "ayuda".