Todo en Argentina vive pendiente de las elecciones del 25 de octubre. También la economía. El gobierno ha dejado claro que, pese la presión internacional, no piensa devaluar antes de las elecciones porque tendría un enorme coste político y haría sufrir a los trabajadores.
Una de las cargas más pesadas que heredará el gobierno que asuma el 10 de diciembre próximo en Argentina es el fuerte déficit de las cuentas públicas.