Abonaron en promedio US$ 33 millones más por mes que si se hubiese importado.
Es la diferencia entre precio pagado por los uruguayos y el de importarlos.
La polémica construcción de la planta de Bioetanol de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en Paysandú provocó momentos de tensión en la comisión investigadora del Senado sobre la gestión de Ancap y sus empresas subsidiarias, cuando el ingeniero Gabriel Pérez Morgan, un uruguayo radicado en Brasil, y Alfredo Correa, ratificaron que en esa obra hubo sobreprecios y que por tanto fue un negocio inconveniente para Ancap que explica en parte su déficit.