Hay visiones contrapuestas entre economistas, sindicatos y el gobierno.
Consideran que el salario real podría registrar una caída.
Tras una década de fuerte crecimiento, en el último año el salario real prácticamente no varió. Más allá de las preocupaciones atendibles que se generan, el resultado es lógico, ya que en última instancia el salario tiene que reflejar el valor de lo producido por unidad de trabajo dedicada.
Se prevé un crecimiento de 0,3% en 2016.
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento en términos reales del Índice Medio de Salarios (IMS) de enero-marzo se debe a lo ocurrido en la esfera pública.
El salario real cayó 1,03% en febrero, según divulgó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). A su vez, en el acumulado de los 12 meses a febrero mostró un aumento de 1,16%.
El Índice Medio de Salarios (IMS) tuvo un incremento de 5,69% en enero según informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta suba deriva de los ajustes salariales en el primer mes del año en el sector privado y el público.
El promedio en dólares ajustado por productividad cayó 10% desde 2013.
Las altas tasas de crecimiento que registró la economía uruguaya a lo largo de la última década no volverán a repetirse, al menos en el corto y mediano plazo. Las fuerzas que explicaron aquel dinamismo ya no están presentes y durante un tiempo el nuevo uruguayo, sofisticado y consumista, deberá acostumbrarse a vivir en un contexto más restrictivo.
Los salarios subieron con fuerza en Alemania en 2015, un ajuste que era necesario tras varios años de estancamiento y dado el buen estado de salud del mercado laboral alemán.