Wall Street finalizó a la baja la semana pasada, presionada más que nada el viernes por la incertidumbre sobre la situación de Grecia y su posible salida de la Eurozona, el anuncio de nuevas restricciones a las inversiones bursátiles en China y por algunos resultados empresariales en Estados Unidos que no colmaron las expectativas, y a pesar de los avances del precio del crudo.
La bolsa de Nueva York cerró el viernes su segunda semana consecutiva de ganancias, impulsada por el avance de los títulos de General Electric y con la vista puesta en los resultados empresariales que se darán a conocer esta semana.
Los tres principales índices accionarios de Wall Street acumulaban el miércoles, al cierre de esta edición, leves caídas semanales, aunque se movieron con marcadas oscilaciones, entre algunas noticias positivas de China con posibles nuevos estímulos para incentivar la economía, y otras negativas como un dato peor de lo esperado sobre el mercado laboral estadounidense.
Wall Street cerró ayer con fuertes ganancias fuertes y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió 1,49% animado por el sector de salud y el buen desempeño de las bolsas asiáticas y europeas.
En una semana de mucha volatilidad, que estuvo marcada por la reunión de la Reserva Federal, Wall Street logró cerrar con marcados ascensos en sus tres principales indicadores, y se vieron impulsados, además, por la debilidad del euro frente al dólar y nuevos desplomes del petróleo.
Wall Street finalizó una nueva semana en terreno negativo, aunque mantuvo la tónica volátil, presionada por la preocupación de los inversores sobre la fortaleza del dólar frente a otras monedas, como el euro, además de las nuevas caídas de los precios del petróleo y por algunos datos negativos de la economía, como las ventas minoristas y la confianza del consumidor.
La bolsa neoyorquina de valores tuvo una semana de mucha volatilidad, comenzando con nuevos récords históricos en el Dow Jones y el S&P 500, y con el Nasdaq superando los 5.000 puntos por primera vez en 15 años, para luego comenzar a oscilar y cerrarla con fuertes caídas tras conocerse los datos de empleo en Estados Unidos mejores a los esperados.
Los tres principales índices de Wall Street se movieron sin un rumbo determinado durante la semana pasada, alternando entre alzas y bajas al influjo de datos económicos de signos encontrados y con los inversores expectantes ante la comparecencia de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ante el Congreso.
La bolsa de Nueva York cerró en terreno positivo la semana pasada, más corta debido al feriado del lunes, en la que la constante fue la volatilidad, y recién el viernes se dieron las subas más sólidas, una vez que se conoció la noticia de un acuerdo de extensión de cuatro meses del paquete de rescate financiero a Grecia por parte de la Unión Europea.
El parqué neoyorquino finalizó una semana de marcados avances en sus tres principales índices, impulsada por el alto el fuego en Ucrania y algunos resultados de empresas. No obstante, en algunas jornadas mostró volatilidad por la preocupación por Grecia y ante algunos datos económicos de China.