Wall Street cerró ayer con fuertes ganancias y nuevos máximos históricos de dos de sus principales referencias, el índice Nasdaq y el selectivo S&P 500, mientras que el Dow Jones de Industriales subió 0,14%.
Las últimas tres décadas fueron, a pesar de las fuertes crisis de 1987, 2000 y 2008, años muy buenos para las acciones americanas.
Fue una sesión volátil de altas y retrocesos que estuvo marcada por la publicación de una nueva tanda de resultados empresariales y el fracaso del nuevo plan de salud en el Congreso.
Cuando se analizan los distintos activos, lo primero que se debe considerar es el plazo estimado al que deseo someter la inversión. Cuando se busca una oportunidad de corto plazo el objetivo se centra en obtener un beneficio por la diferencia del precio en el que se compra la acción y el precio al que se vende en el futuro.
Se hunden sus acciones y los inversores se refugian en otros activos más seguros como el oro.
Después de haber pasado durante el día con ganancias y retrocesos moderados en el mercado bursátil de Nueva York, la sesión terminó con un ligero avance del 0,06 % en el Dow Jones.
Los tres principales índices accionarios de la bolsa de Nueva York culminaron una semana de retrocesos, explicados por las preocupación generalizada por el enlentecimiento de la economía a nivel mundial y varios resultados de empresas que peores a los esperados.
Los tres principales índices accionarios de la bolsa de Nueva York cerraron una semana muy positiva, alentados por los avances del nuevo plan de rescate financiero a Grecia y por la publicación de resultados trimestrales positivos de empresas en Estados Unidos, principalmente tecnológicas.
La semana pasada volvió a estar marcada por la incertidumbre respecto a la situación en Grecia, a la que se le sumaron los desplomes de las bolsas en China, lo que generó una enorme volatilidad en las principales bolsas del mundo. Sin embargo, hacia el viernes los ánimos se calmaron y Wall Street logró finalizar en terreno mixto.
Las idas y venidas en las negociaciones de Grecia con sus acreedores y la entrada del país heleno en "default" técnico el martes pasado generaron una enorme volatilidad en todos los mercados del mundo durante los primeros días de la semana pasada, lo que se tradujo en marcados descensos en los índices accionarios.