El Ministerio del Interior prepara un fuerte seguimiento de los reclusos liberados porque entiende que así bajarán las rapiñas. La reincidencia supera el 50% y la cobertura de los programas laborales es marginal. Para mejorar piden más dinero y un cambio de actitud de la sociedad.
Los 612 reclusos cumplían penas menores, se encontraban en fase procesal y no habían podido pagar la fianza. En algunos casos habían cometido faltas como el impago de multas o eran personas que tenían más de 75 años. Fueron liberados como gesto de la visita del papa Francisco.
Cuando casi nadie lo esperaba, los seis detenidos en la base de Guantánamo se encuentran por fin libres en territorio uruguayo.
Hay que separar bien las cosas para que unas no tapen otras. La prisión de Guantánamo es absolutamente ilegal y un enclave de violación de derechos humanos que no merece más que repudio de cualquier persona de bien.