Hacer ejercicio puede ser tan efectivo como tomar medicamentos prescritos para rebajar la presión arterial alta, según una investigación publicada en la revista médica British Journal of Sports Medicine.
Tener 50 años y una tensión arterial tirando a alta, pero dentro de los límites habitualmente utilizados, puede aumentar el riesgo de padecer demencia en etapas posteriores de la vida, independientemente de que la persona sufra problemas cardiovasculares.