El gobierno no puede seguir haciendo la plancha, todavía le queda un año y medio de gestión clave para poder atravesar la actual coyuntura.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, mostró ayer su "respeto" y apoyo por el "enorme progreso" demostrado por el gobierno argentino tras el millonario préstamo concedido al país y remarcó que este acuerdo velará por los más vulnerables.
La deuda pública de muchos países de América Latina y el Caribe ha aumentado, precipitando la necesidad de realizar ajustes fiscales para mantener las finanzas públicas en una senda sostenible.
A pesar del repunte en el nivel de actividad, el tiempo pasa y las políticas macroeconómicas no están dando resultado para frenar un proceso de gradual deterioro de la capacidad de dar respuesta a shocks negativos externos.
Según la prensa, el gobierno de Trump está basando sus proyecciones presupuestarias en el supuesto de que la economía estadounidense crecerá muy rápidamente en la próxima década; de hecho, casi el doble de rápido de lo que esperan instituciones independientes, como la Oficina Congresal del Presupuesto y la Reserva Federal.
El Senado lo votará hoy pero se cuestiona el apuro en aprobarlo.
De los dos mensajes recibidos de organismos internacionales la semana pasada, el gobierno recibió uno con gusto y el otro con disgusto. Se trata de los comentarios que hicieron directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) sobre la política económica del Frente Amplio en los últimos años.
El Banco Central brasileño decidió ayer mantener las tasas básicas de interés del país en 14,25% anual —su mayor nivel desde 2006— por considerar que la inflación continúa por encima de lo esperado por el gobierno.
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) se reúne de nuevo mañana para revisar la política monetaria de Estados Unidos, una reunión ante la cual los mercados parecen dudar de que se vaya a decidir un aumento de los intereses.
La divulgación de las estadísticas económicas sobre el PBI confirmaron lo que casi todos los analistas privados presagiaban pero el gobierno se negaba a admitir.