El mundo se enfrenta a un fenómeno de envejecimiento sin precedentes, que las personas deben vivir de forma activa, mejorando su calidad de vida, ampliando la vida laboral y accediendo a la jubilación de forma gradual y flexible.
Hace 220 años fue el turno de Malthus. Decía en su Ensayo que el posible crecimiento de la población era infinitamente más grande que la capacidad de la tierra de producir alimentos para su subsistencia. La historia se encargó de desmentirlo.
La población mundial, estimada en unos 7.550 millones de personas, aumentará en 1.000 millones de aquí a 2030, según las nuevas proyecciones de la ONU. En siete años, la India pasará a China como el país más poblado.
Dice Sabina que “no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”.
Estudio de Internet.org, el programa de conectividad de Facebook, asegura que el nivel de crecimiento del acceso a internet ha bajado durante los últimos años, llegando a 6,6% en 2014.
Con algo de razón, John Maynard Keynes criticaba el abuso de los estudios económicos de largo plazo como una guía para tomar decisiones y daba como ejemplo la perogrullada de que "en el largo plazo todos estaremos muertos". Una proyección muy acertada pero que poco aporta para resolver problemas actuales.
Que el Uruguay debe practicar una "política pendular" que se extienda "por toda la cancha" como dijo el presidente José Mujica, constituye un axioma que con algunos altibajos el país ha pretendido seguir en toda su historia. No siempre lo pudo realizar. En períodos donde las diferencias ideológicas se agudizan, estas políticas de neutralidad no siempre están disponibles, tal como pasó durante la guerra fría. Nosotros, por razones ideológicas matriciales pertenecemos al bloque occidental y aun con las dificultades de esta comunidad, plagada de intereses nacionales de un capitalismo mal encarado y de frecuentes intervenciones imperialistas, no podemos ni debemos alejarnos de este universo ideológico. Por algo cuando tuvimos dificultades serias con Argentina, la cancillería demandó ayuda a los Estados Unidos. Además, las actuales condiciones del mundo no son las de décadas atrás, donde el peligro nuclear constituía una realidad cotidiana, sino que pese a todo (un todo extenso), mi