Las tensiones económicas y políticas en Brasil culminaron a mediados de diciembre del año pasado, con la sustitución del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, por su colega de Planificación, Nelson Barbosa.
La economía brasileña continúa exhibiendo fuertes señales de recesión y de inestabilidad en los mercados financieros. En los últimos días, fueron divulgados datos relativos a la actividad económica y al mercado de trabajo, mostrando un deterioro más fuerte que el previsto pocos meses atrás.
La actividad económica en Brasil ha experimentado un fuerte descenso. La caída de 0,2% del PIB en el primer trimestre aún no captura la intensidad de la reducción del consumo y la inversión prevista para el resto del año.
En un desglose secundario de "payasadas" fiscales practicadas en todo el primer mandato de la presidenta Dilma Rousseff, el Tribunal de Cuentas dictaminó que las operaciones de transferencia de fondos federales a través de bancos públicos en 2013 y 2014 lesionaban la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
Brasil atraviesa un momento de elevada inestabilidad política y económica, en la que esos factores interactúan y se influencian mutuamente.