Las autoridades estadounidenses han alertado de una “oleada” en el reclutamiento de estos muchachos por parte de la Mara Salvatrucha.
Expertos advierten que en el corto plazo no se erradicarán.
El martes 21 de enero a las diez de la mañana, el Diablo aún no estaba muerto. Hizo de guía para El País en una colonia controlada por su pandilla, la Mara Salvatrucha.