Está claro que para el FA el “país productivo” fue un mero eslogan de campaña. Resta ver si ahora, por instinto de supervivencia o porque no queda más remedio, atiende las reivindicaciones de quienes han pagado la fiesta sin ser invitados.
Le sobran argumentos al sector agropecuario para protestar por sus intereses, que coinciden con los mejores intereses del país bien entendidos, para generar ingresos, trabajo y desarrollo sustentable. Son los argumentos del país productivo.
Otra vez, figuras del Frente Amplio han vuelto sobre dos de sus fábulas preferidas: 1º que, los gobiernos anteriores se dedicaron a hacer del país una plaza financiera, cosa muy perjudicial y, 2º que el país “productivo” nunca antes existió. Nació con el F.A.