La medida se tomó en medio del caos mundial que se vive por la propagación del coronavirus y en Europa no están ajenos a esto.
A pesar de la incertidumbre y la pandemia de coronavirus, el símbolo de los Juegos Olímpicos se encendió sin público y comenzó su recorrido rumbo a Tokio 2020.
Una de las cosas que el ensayo del domingo pasado no mostró es el encendido del pebetero olímpico.
Dilma Rousseff lideró la fiesta con la que la antorcha arribó a Brasilia y que ahora recorrerá el país norteño.
La llama olímpica llegó este martes a la capital de Brasil, donde comenzará un relevo de tres meses por más de 300 pueblos y ciudades, que concluirá con la inauguración de los Juegos de 2016 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro el 5 de agosto.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha dado hoy a entender que el pebetero de los Juegos Olímpicos no estará en un estadio, sino "en la zona del puerto" de la ciudad sede.