Cristalpet, Lifan, Conaprole e Inca son afectadas por la crisis del país vecino y el tipo de cambio desfavorable, pero ponen en marcha medidas para preservar clientes, bajar costos y diversificarse.
La industria de ensamblado automotriz y la autopartista comienzan a observar nubarrones en su futuro. Las empresas dejan de ser competitivas por coyunturas regionales y algunas casas matrices miran a Paraguay como un posible reemplazo de Uruguay y encaminar allí sus procesos productivos.
La situación de la armadora de vehículos chinos Chery en Uruguay es delicada y su futuro incierto. Desde el año pasado no produce y todo su personal —incluido los cargos gerenciales— se encuentra en el seguro paro.