En diciembre de 2005, Guillermo Chifflet renunció a la diputación para no tener que votar una misión militar en Haití, que su conciencia repudiaba.
Antes de tratarlo personalmente, uno -como todos- respetaba el señorío ciudadano de Carlos Julio Pereyra. Se sabía que era maestro y se le notaba en su vocación de claridad y reflexión.
El candidato colorado Enrique Talvi designó para Vice al Dr. Robert Silva. Joven, sin tachas, destacado por su legalismo y su pasión educadora, luce la impronta republicana de quien se destaca en el llano de la batalla diaria.
El movimiento Un Solo Uruguay ya está acuñado. Por fuera de credos, partidos y sindicatos, ciudadanos libres y diferentes entre sí resolvieron hablar fuerte sobre los dolores que sufrimos todos.
Arriba, una desértica meseta de Tacuarembó y un sándwich rebosante de jamón y lechuga; abajo, el mensaje: “El 25 es feriado. El 26 meté un sanguchito. Uruguay Natural. Ministerio de Turismo”.
Cruzando Florida y San José, ofenden al Palacio Estévez las miserias grises de un esqueleto tugurizado con ropa -y luz- colgada. A 200 metros, en Ciudadela y Soriano, atrás del Solís, está desnudo el armazón del viejo Mercado Central.
Hace pocos días en las calles de Montevideo empezaron a verse unos elegantes mojones indicadores del kilometraje, que vinieron a sembrar conciencia de las distancias e injertar paisaje carretero en el alquitrán gris de la ciudad.
La Convención colorada apercibió a una docena de dirigentes que apoyaron fórmulas departamentales extrapartidarias. Para ser coherente, tendría que amonestar a los cientos de miles de ciudadanos que, sintiéndose batllistas, hace años que votan otros lemas. No les darían las piernas.
Con las oficinas sin funcionar hasta el 24 de diciembre —inicio de la Feria Mayor, 38 días—, el Poder Judicial llegará a Nochebuena atendiendo a gatas algunas urgencias penales y de familia.
Ya caminan por nuestras calles los ex reclusos de Guantánamo. Trajimos inmigrantes con fuerte presunción de terrorismo, cuyo peligro potencial subrayan los propios remitentes norteamericanos a quienes les aliviamos su maraña y su vergüenza.