Mucho se ha discutido acerca del protocolo de soja firmado con China por el gobierno. Además, su comunicación ha sido tan mala que se estableció una inquietud muy grande entre los productores, que sostienen haber perdido nada menos que US$ 58 millones por culpa del protocolo y del gobierno.
Esta semana trascendieron varios elementos contra el mundo rural, propiciados o tolerados por este gobierno que no entiende al campo.
Hay un problema con los reclamos de los congresos de la Federación Rural, que quizás los expertos en comunicación deberían ayudar a entender.
Según informó la prensa sobre la reunión entre gremiales de productores y el ministro de Ganadería, la exportación en pie seguiría siendo libre, lo que gratificó a los dirigentes de la Federación Rural.
La situación del agro es dura. Solo un clima de inusitada benevolencia es capaz de ocultar el momento francamente desalentador que atraviesan casi todos los rubros agropecuarios, que se evidenciará mucho más este invierno.
En momentos de notoria dificultad internacional y regional, no aparecen en el gobierno medidas para mejorar la administración, y sobre todo para no entorpecer las únicas actividades capaces de sostener la actividad económica.
Solo por ignorancia o mala fe se puede querer generar sombras sobre el ministro de ganadería y su utilización del Fondo Arrocero. Este fondo confiere un financiamiento votado por ley, fue creado en su versión original en la administración Batlle, y no hay forma de renunciar a él.
No va a ser recordada por su brillo la política internacional del país del gobierno socialista. En efecto, en estos últimos once años se han acumulado contradicciones, expresiones oficiales modificadas por el partido de gobierno, aproximaciones y distanciamientos con diferentes países, visiones contradictorias sobre el Mercosur, sobre los acuerdos con Estados Unidos, sobre los TLC con China o con el Pacífico, sobre lo político y lo jurídico, etc.
Las instituciones oficiales dedicadas a la transferencia de tecnología han estado los últimos tiempos discutiendo y rediscutiendo sus roles, en particular porque hay mucha competencia que le hacen los servicios de asesoramiento de múltiples entidades profesionales, gremiales o comerciales.
Hay una situación productiva en el agro que debe hacer pensar