En la sesión de la comisión investigadora de la gestión de Ancap del pasado jueves, el directorio hizo un repaso de las medidas que ha tomado para salvar al ente de una situación financiera que, se reconoció, está muy complicada.
Explicó US$ 800 millones de déficit por suba salarial a estaciones de servicio.
Allá por el 2009, año electoral, Mujica y Astori celebraron un matrimonio por conveniencia. Costó un poco porque en la interna del Frente Amplio —en una conducta que es histórica— el MPP y el Partido Comunista se encargaron de humillar previamente al líder de Asamblea Uruguay. Pero, con las heridas aún abiertas se presentaron como fórmula a los comicios y ganaron.
Los contratos, las remuneraciones y las fechas en que trabajaron en Alcoholes del Uruguay (ALUR) una veintena de técnicos cubanos, es la información solicitada por senadores de la oposición a Ancap en la reunión que el jueves 26 celebrara la comisión investigadora del Senado sobre la petrolera estatal.
El expresidente de Alcoholes del Uruguay (ALUR), el senador oficialista Leonardo de León, del grupo del vicepresidente Raúl Sendic, reconoció que cuando gestionó la empresa subsidiaria de Ancap se modificaron retroactivamente sus porcentajes de ganancia por la venta de biocombustibles a Ancap, lo que causó mayores pérdidas al ente petrolero.
La polémica construcción de la planta de Bioetanol de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en Paysandú provocó momentos de tensión en la comisión investigadora del Senado sobre la gestión de Ancap y sus empresas subsidiarias, cuando el ingeniero Gabriel Pérez Morgan, un uruguayo radicado en Brasil, y Alfredo Correa, ratificaron que en esa obra hubo sobreprecios y que por tanto fue un negocio inconveniente para Ancap que explica en parte su déficit.
La planta de cemento que Ancap posee en Minas, Lavalleja, pasó de tener pérdidas de poco más de dos millones de dólares anuales en 2002 a varias decenas de millones en los ejercicios 2013 y 2014.
La auditoría de Ancap reveló en la comisión investigadora parlamentaria sobre la gestión del ente la particular forma de comprar crudo en la empresa.
Cuando estalló el escándalo de Pluna, el entonces presidente Mujica se lavó las manos y dejó que fueran al frente su ministro de Economía, Fernando Lorenzo y el Presidente del Banco República, Fernando Calloia, con el resultado conocido: ambos fueron procesados.
No se puede decir que haya muchas sorpresas, sino —más bien— la confirmación de que Ancap, al amparo de una presunta impunidad, se había convertido en una gigantesca máquina de despilfarro y de gastos abusivos sin antecedentes en nuestro país.