Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los seis países financieramente integrados de América Latina (Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Uruguay) "el seguimiento atento de los riesgos relativos a la estabilidad financiera ha cobrado más importancia en un contexto de fuertes movimientos de tipos de cambio, menores ingresos y, en algunos casos, tasas de interés en ascenso".