La movilidad social es uno de los temas más importantes que se juega este domingo. Sin embargo, fue uno de los grandes ausentes en el último debate presidencial.
En el discurso público, la trampa de la desigualdad nos lleva a pensar en imágenes donde los pobres son oprimidos por los ricos. Donde hay gente que no puede salir de la pobreza porque hay personas que tienen mucho dinero.
Una crítica que se le puede realizar con asidero al discurso liberal en las últimas décadas es la poca relevancia que se le ha dado a la movilidad social. Esto no siempre fue así, y ciertamente esta falta explica en cierta medida la imagen de insensibilidad que se le ha asignado al inexistente “neoliberalismo” mientras que desde otras visiones se ponía el acento hasta el cansancio en la desigualdad social.