En artículos anteriores vimos como la Democracia pasa por momentos de crisis y cuáles son las causas: algunas de carácter técnico, emergentes de la estructura del sistema democrático, otras de naturaleza si no antropológica, cultural, que hacen al ser humano, lo que evidentemente, es más difícil de abordar.
Quizás sea una de las frases que más identifica al Dr. Jorge Batlle, la que titula el artículo y diera pie a que el expresidente más tarde creara la Comisión para la Paz.
La decisión de los países del Mercosur de enviar un ultimátum al régimen autoritario de Venezuela para exigirle que respete las reglas de la democracia pasó casi inadvertida en los medios de Estados Unidos, pero probablemente es el acontecimiento diplomático más importante de la región en los últimos años.
En abril de 2016, la bancada socialista de Carmona un municipio, cercano a Sevilla, propuso que Julián Besteiro, destacado socialista que murió en su cárcel en 1940, fuera nombrado “Hijo Adoptivo”.
Se silenciaron los comentarios, pero no las causas que directa o indirectamente costaron cuatro vidas jóvenes, de servidores públicos en la Fuerza Aérea. ¿Habrá que esperar otro accidente, o fueron lo suficientemente graves como para actuar?
El tiempo pasa y seguimos sin resolver qué hacer con los derechos de los pueblos originarios y sus tierras tradicionales.
El problema de la inseguridad se agrava con el tiempo. Precisa respuestas profundas y urgentes. Ninguna de ellas será el resultado del diálogo interpartidario convocado por el presidente.
El 15 de julio pasado Álvaro Diez de Medina publicó en este medio una nota objetando otra de mi autoría, referida al plebiscito que separó a Gran Bretaña de la Unión Europea.
El problema que enfrenta el Mercosur este fin de semana, cuando según las cambiantes informaciones de las últimas horas Uruguay abandone la presidencia sin que la asuma nadie, marca un nuevo máximo en la escalada de ridículos que vive el bloque en lo que va del siglo. Suspendida la reunión prevista para mañana en Montevideo para resolver el asunto, y sin consenso sobre cómo resolverlo, se terminan de escurrir como agua en tinaja rota las últimas gotas de credibilidad que le quedaba al Mercosur.
¿Cuál es la capacidad más importante de un ciudadano para participar en el juego esencial de la democracia? Sin duda, ser capaz de persuadir y de ser persuadido.