En su primera visita a la ciudad de Nueva York, el centro de las finanzas globales y del capitalismo, Francisco alentó a cientos de sacerdotes y religiosas congregados en la Catedral de St. Patrick, a vivir con humildad y resistir la tentación de tratar su actividad como si fuera un negocio, en el que el éxito se mide estrictamente por los resultados.
Tras su paso por Cuba, y luego de reunirse con Raúl y Fidel Castro, el papa Francisco inició su viaje de cinco días por Estados Unidos visitando la Casa Blanca.