Un impuesto a las grandes riquezas permitiría recaudar, cuando menos, US$ 26.504 millones anuales en América Latina, que vio profundizar su desigualdad por la pandemia del COVID-19.
No basta el esfuerzo por cambiar un rumbo si no logramos convencer a quienes, sin tener firmes posiciones ideológicas, se oponen.
El tema de conversación de todo el mundo durante la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, fue el audaz pronóstico de Bill Gates de que para el año 2035 prácticamente no habrá países pobres en el mundo.