Las automotrices de todo el mundo planean aumentar en 300.000 millones de dólares la inversión para el desarrollo de vehículos eléctricos en los próximos cinco a 10 años, sobre todo en China, acelerando la transición de la industria de combustibles fósiles.
La japonesa se posicionó además en el casillero 37 de la tabla general de marcas, independiente de su rubro, y que reúne a las 100 empresas más costosas del mundo