El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, tal vez sea el dirigente del FA con mejor diálogo con la oposición. Quizá el secreto sea que en su casa votaban a blancos y colorados. Es del MPP, pero concita el apoyo de distintos sectores. Mujica lo apuntó con el dedo y lo ve con buenos ojos para 2019.
Dada la proximidad de la resolución del proceso electoral resulta lógico que los uruguayos, pese a su falta de entusiasmo, comiencen a definir sus preferencias. Aunque el desleído fervor que se recoge en las actuales circunstancias, diste del anterior interés que se observó en los comicios previos. Algo que se reproduce de elección en elección como si el entusiasmo político fuera un bien escaso reservado para determinadas ocasiones; por ejemplo, la aparición con aspiraciones de dominancia nacional de una fuerza nueva capaz por su solo impulso de establecer un país renovado. Hablamos de las elecciones del 2004, pero también de las siguientes (la del 2009, con Mujica), donde el país fue sorprendido por la aparición de una novedosa fuerza política capaz de arrancar "hasta las raíces de los árboles", una figura que ilustró -quizás con exceso- las diferencias que lo separaban en ese momento de las propuestas de sus rivales. Por eso, en esa instancia se impuso la esperanza en la pe