Lo que sí hay es una diferencia entre aquellos que se llenan la boca hablando de solidaridad pero se dedican a quemar la plata que extraen de los bolsillos de los uruguayos, y quienes exigen menos demagogia y más responsabilidad.
Los que financian este desmadre económico y financiero que son los contribuyentes ni siquiera perciben que a fin de cada mes van a tener menos ingresos y más gastos, y seguirán escuchando decir a Astori: “hubiera preferido no hacerlo”.