Wilmer comenzó armando barquitos con billetes que encontraba tirados en la calle; ahora confecciona carteras en las que emplea hasta 800 piezas de la devaluada moneda venezolana, que juntas alcanzarían para comprar medio kilo de arroz.
En un quiosco de Caracas, un hombre ofrece dinero en efectivo a cambio de una comisión: como un dolor de cabeza crónico, la escasez de billetes vuelve a aquejar a los venezolanos.
Se disparó a pesar de un nuevo sistema cambiario impuesto.
El Banco Central de Venezuela discute con su contraparte de China la posibilidad de realizar un intercambio de monedas, una operación que le permitiría al país sudamericano aumentar el nivel de sus menguantes reservas internacionales, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con la negociación.