El fracaso del plan que incluyó el uso de “ceibalitas” en las elecciones internas de junio no debería desanimar a la Corte Electoral en el intento por modernizar sus sistemas. Tarde o temprano, las nuevas tecnologías tan útiles para tantas cosas tendrán que jugar un rol más relevante el día de las elecciones para lograr que sea la Corte —y no las empresas encuestadoras con los errores y correcciones de cifras registrados el pasado 26 de octubre— la que revele el contenido de las urnas.
Tabaré Vázquez no está bien. Dice que la crisis de la educación es un “mito” inventado por la oposición y retoma la idea de la “sensación térmica” en materia de seguridad. Reclama un diálogo nacional por la educación, pero a la vez intenta descalificar con su grotesca imitación a Jorge Larrañaga, uno de sus interlocutores en ese diálogo que pide. Y aunque habla de hacer una campaña electoral por todo lo alto él mismo se encarga de bajar el nivel con ese tipo de guasadas. ¿Está mal o será que está seguro de ganar?