Dos visitas que conmovieron Montevideo dejan en claro las derivas bien distintas que puede tener un intelectual. Mientras Davis sigue diciendo lo mismo que hace 40 años, Escohotado se ha animado a desafiar sus dogmas y con ello a enriquecer a la sociedad.
Fue militante comunista, explorador sensorial en Ibiza, llegó a enlistarse para ir a pelear con el Vietcong. Su estudio sobre las drogas fue libro de cabecera de la contracultura española. Su libro “Los enemigos del comercio”, lo ha convertido en paladín del liberalismo.
Hay una parte de la izquierda que no cree en las universidades privadas. Tampoco en la educación privada en general, y eso por no creer en la iniciativa privada. Se trata, como dijeron algunos de los diputados frentistas, de un tema ideológico. Al parecer, hay una ideología en algún confín del universo, aún no descubierto por los telescopios humanos que, estando basada en la planificación central y el poder corporativo, funciona.